31 de marzo de 2009

Feijóo cede ante Lugo y Ourense y desigan a Baltar y Balseiro para la Mesa


El esfuerzo realizado por el PP gallego para intentar mantener sus resultados electorales en las provincias de Lugo y Ourense va a tener su recompensa en la configuración de staff del Parlamento. Tras haber propuesto a la pontevedresa Pilar Rojo para dirigir la Cámara autónoma, el líder del partido y futuro presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, decidió promover a dos diputados de las provincias del interior, ambos muy próximos a los barones territoriales del PPdeG, para ocupar los puestos restantes en el órgano de gobierno del pazo de O Hórreo.

La propuesta del líder del PP permitirá que el ourensano José Manuel Baltar Baltar, hijo del presidente provincial del PP, se convierta en vicepresidente primero de la Cámara y se encargue de moderar los debates en ausencia de Pilar Rojo. Como secretario de la Mesa aparece patrocinado José Manuel Balseiro Orol, secretario del PP en la provincia de Lugo y que se estrenó como diputado en la última legislatura ejerciendo como portavoz de pesca.
Con la irrupción de Balseiro, empresario de profesión, en la secretaría se romperá esa regla no escrita que llevaba a reservar este cargo para un licenciado en Derecho, como fueron predecesores suyos como Pablo López Vidal, Juan Pedrosa o Tomás Iribarren, entre otros; si bien su posible carencia en materia jurídica sería suplida en la Mesa por Baltar Blanco, quien sí cursó Derecho y está familiarizado con el reglamento de la Cámara desde el año 2001, cuando debutó como parlamentario.
La elección de Balseiro Orol para el puesto tiene una lectura más política. Para empezar, permite a Feijoo hacer un guiño a Lugo poniendo en un puesto de relieve del Parlamento a un dirigente en esta provincia, que tendrá derecho a coche oficial, a sabiendas de que el líder del PSOE lucense, Ricardo Varela, también disfrutará en la Mesa de esa ventaja, pese a no haber ganado las elecciones.
Ahí estriba la verdadera importante de la elección de Balseiro, que le permite a compensar a la provincia a la que debe su éxito electoral del 1-?M, pues no hay que olvidar que si se convierte en presidente de la Xunta es en gran medida porque los populares lucenses, con FeijooXosé Manuel Barreiro al frente, aguantaron contra todo pronóstico el margen de apoyo y el mismo número de diputados, pese a que ya no gobernaban ni en la Diputación, ni en la capital, ni en ninguna de las cuatro localidades más pobladas de la provincia. Al final, Feijoo será presidente por los 7.200 votos que le faltaron al PSOE para obtener un escaño en Lugo y revalidar el bipartito.
La provincia de A Coruña es la única que el PP deja excluida de la Mesa, aunque podría apostar por el equilibrio manteniendo al ribeirense Manuel Ruiz como portavoz parlamentario.
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Pedro Puy y Agustín Hernández negociarán los traspasos de poderes


El presidente en funciones, Emilio Pérez Touriño, y su sucesor al frente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, han acordado entablar contactos para el traspaso de poderes a partir de mañana, una vez quede constituido el Parlamento de Galicia. Para los trabajos de transferencia del gobierno cada parte ha designado a dos interlocutores. En representación del bipartito han sido elegidos el conselleiro de Presidencia, José Luis Méndez Romeu, y el secretario xeral y mano derecha de Touriño, Gumersindo Guinarte. No acudirá, sin embargo, ningún miembro del área nacionalista del gobierno. El PP, por su parte, enviará a los diputados electos Pedro Puy y Agustín Hernández.

El primero es uno de los hombres de confianza de Feijóo y una de las personas con más posibilidades de entrar en el nuevo Gobierno –su nombre suena, de hecho, como futuro conselleiro de Presidencia–. El segundo, Agustín Hernández, fue director xeral de Obras Públicas en la Xunta de Manuel Fraga, lo que lo sitúa además como un buen candidato a dirigir la consellería encargada del área de infraestructuras.
Su designación como interlocutores para negociar el traspaso de poderes afianza aún más las posibilidades de estos dos diputados de entrar en el futuro Gobierno gallego.
La intención de los populares es comenzar la negociación para el cambio de gobierno mañana mismo. Así se lo transmitió Feijóo por escrito a Touriño en respuesta a una carta en la que el presidente en funciones se ofrecía a a iniciar los contactos tan pronto quedase constituido el Parlamento de Galicia.
El líder del PP gallego aclara, sin embargo, que la urgencia en comenzar el traspaso de poderes no responde a sus “prisas” por gobernar sino a su sentido de la “responsabilidad”. “En el momento que vivimos lo responsable es que a los que le queden cuatro días ayuden a los que van a gobernar cuatro años a gestionar los asuntos del país”, explicó ayer en una entrevista en la Televisión de Galicia.
Por eso la transición debe hacerse “más pronto que tarde” y recordó que hay empresas que se están poniendo en contacto con el PP pendientes de una respuesta a sus problemas y a las que no puede responder. El líder del PPdeG reiteró además que aprobaría una norma legal para limitar la actividad de los gobiernos en funciones.
En cuanto a la composición de su futuro Gobierno, Feijóo mantiene la incógnita. Y entretanto, los barones provinciales, como el ourensano José Luis Baltar o el presidente del PP de Lugo, José Manuel Barreiro, hacen valer su peso en el partido para estar representados en la nueva Xunta.
El líder de los populares de Ourense asegura que él ya baraja algunos candidatos para convertirse en superdelegado de la Xunta en Ourense. De la misma manera Barreiro confía en que Lugo cuente con “una representación correspondiente al peso político que tiene,en cuanto a los resultados conseguidos”.
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